FIN

Durante más de 10 años seguí el resplandor de la luz equivocada, creí haber encontrado mi norte y me atreví a soñar.
Llega el momento del cambio, de volver 10 años atrás y emprender el camino desde donde lo había dejado. Es tiempo de volver a estar en paz conmigo misma y aceptar la realidad.
Algunos sueños no son más que utopías imposibles de lograr si eres tú sola quien se esfuerza y realmente nunca conoces del todo a nadie; la persona en quien más confías es quien puede provocarte la mayor decepción. El mejor amigo puede ser el mayor traidor de todos.
El fin de un tiempo que es mejor no recordar.

Ahora seguiré por aquí.

Qué difícil es vivir sin corazón, sin ilusiones, sin fuerzas para seguir soportando el dolor que, sin descanso, se siente en el pecho, como un demonio de soledad que ya te ha poseído.
No es tan fácil morir, pero si dejar de luchar y así la muerte tardará menos en encontrarme. En ese momento, se que me dejaré llevar con una sonrisa de paz en el rostro.
Alguien se llevó mis ganas de vivir, toda mi esperanza de ser feliz, pero aún quedan a mi lado personas que me quieren y aunque el amor que les tengo es mucho, no es suficiente para darme el impulso que necesito, tan solo para mantenerme, sobrevivir, que nunca fue lo mismo que vivir.

Culpable

Sé que todo es culpa mía,
por ser de esa rara especie
que se enamora una vez
y para toda la vida.
Porque después de tantos años
me atreví a creer que te conocía,
por tener la absurda esperanza
de que eras mía.
Soy culpable
de amarte sin condiciones,
tal y como eres,
tal y como eras.
Por esperar de ti
lo que solo yo estaba dispuesta a dar,
porque a pesar de que me dueles
como nada ni nadie me había dolido,
de tus engaños,
de no ser nada para ti,
seguiré amándote.
Porque no puedo imaginar
nada que pudieras hacer
o haber hecho
que mi amor no te perdonara.

El frío.

El frío, como todas las cosas, tiene partes buenas y partes mala, depende de cómo y qué se mire. Y una misma persona a la largo de un mismo día puede observar distintas partes.

Esto es lo que pasa una día cualquiera en la vida de una persona cualquiera.

Suena el despertador, abres los ojos lo justo, porque no dan más de si a esas horas, son las 6:30. Nadie debería tener que levantarse a esas horas, no es humano.

Miras a tu lado y ves a tu pareja felizmente dormida y piensas lo mucho que quieres a esa hija de puta que no se tiene que levantar, y te olvidas completamente de que ella tiene turno de noche y no hace mucho que se acostó, eso no importa, lo que importa es el ahora, y ahora, ya no te acuerdas de lo mucho que os queréis.

Entonces sales de la cama y la primera palabra del día que sale de tu boca está relacionada con el sexo, si, es lo primero que piensas cuando sales de la cama en invierno, JODERRRR, QUE FRÍOOO.

Tu pareja se despierta y a ella también se le olvida eso del amor, y te da los buenos días a su manera. JODER, NO ME DESAROPES.

Bien, todo es sexo y alegría. Y te vas al baño temblando de frío y con una sola idea en la mente, joder, joder, joder, joder… Momento clave, ¿me ducho? A ver, no huelo mal… me ducharé esta tarde, después de que “ella” se haya duchado y el baño esté calentito.

Entonces te miras en el espejo, colocas como puedes el pelo y te lavas la cara con tu supertécnica: mojas los dedos índices de ambas manos y te quitas las legañas. El resto de la cara está bien, asique… lista para enfrentarte al mundo.

Siguiente paso, el desayuno. ¿Qué carajo se desayuna a esas horas de la mañana? Café, bien cargadito, con mucho azúcar, es vital para poder llegar a la puerta de casa.

Y vuelves al cuarto para vestirte. Y ahí está tu querida novia, dispuesta ahora si, a darte los buenos días como dios manda.JODER, ¿NO TE HABIAS IDO YA? Yo también te quiero amor. (Otro día analizaremos como se lleva una relación con horarios de trabajo distintos).

Y sales de casa muy sonriente, por el frío más que nada. Llegas a tu coche y sorpresaaaaa, no arranca, está helado, esa es la razón por la que te levantas tan temprano, porque sabes que el puto coche no va a arrancar y te vas a pegar media hora como poco intentando que arranque. Pero no estás sola en esos momentos, piensa que hay cientos o tal vez miles de personas en tu misma situación, aunque eso no te consuele.

Hasta ahora no se le ve ningún aspecto positivo al frio, peeeero, ahí está la vecina, que sale a hacer footing antes de ir a trabajar, o lo que sea que hace después. Y lleva esa ropa tan ajustada, y gracias al frío, sus pezones te arrancan una sonrisa, un tanto pervertida, sí, pero no deja de ser un momento de felicidad. Y como ella, te encuentras con muchas otras, con las largas puestas gracias al frío.

Y llegas al curro, y todas las chicas que iban forradas como cebollas, empiezan a quitarse ropa, y eso te gusta, reconócelo. Y sabes que a la hora del café, os juntareis en la cafetería y se acercarán a ti diciendo eso de, ufff que frío hace, y las tendrás ahí bien pegaditas, y reconócelo, esto también te gusta.

Y así será tu día hasta que vuelvas a casa para ver a tu novia un rato antes de que se vaya a trabajar, justo cuando sale de la ducha, temblando de frío y te diga, ahora si de forma cariñosa, hola cariño, ¿qué tal el día?, ¿mucho frio no? Dímelo tú, que vas a romper el albornoz con los pezones. Ese momento también es muy placentero.

Asi que, quien diga que el frio es todo malo, miente, o no sabe ver las cosas buenas que tiene delante, o tal vez, no sea una enferma como yo, todo puede ser.

Sucesos 1

La camarera se acerca y me dice con cara de desprecio:

- Sí, soy lesbiana pero no eres mi tipo.

- Vale, solo quería  otra ronda pero ya nos cambiamos de bar mejor.

¿Por qué hasta las propias lesbianas nos creemos los estereotipos  y mitos que circulan sobre nosotras? Que no todas las lesbianas estamos super salidas y vamos por ahí buscando sexo o ligarnos a cualquier camarera o fémina en general. Y desde luego si quisiera ligar no lo haría con una camarera, que luego te pegas el calentón y tienes que esperar a que cierre el bar para que, tal vez, te lo quite, o tal vez, solo la acompañes a su casa. Mira a tu alrededor, el puto bar está lleno de lesbianas borrachas con ganas de fiesta, por dios santo.

Eso me pasa por salir a tomar copas en bares de ambiente.

Lo peor fue cuando volvía a casa, me salen dos tíos y me dicen, danos el móvil.

- Vale, pero no me llaméis antes de las doce que estaré durmiendo.

Al que estaba detrás le hizo gracia, pero al de delante no, y me sacudió una hostia que flipé en tecnicolor y dolby soundround. Pero al día siguiente su hermana, que está muy buena por cierto, apareció en la puerta de mi casa a devolverme mi cartera y mi móvil y terminamos enrollándonos. … No, en serio, eso lo soñé en el hospital mientras me recuperaba del coma.

Y allí estaba esa pareja de policías, una chica guapísima y un vejestorio  con cara de salido, lo típico vamos.

- Sus amigos nos han contado lo sucedido pero necesitamos una declaración suya para comenzar las actuaciones.

- Desde el momento en que te vi supe que te amaría para siempre, ¿le vale esa declaración? ¿cuándo empieza la actuación? ¿habrá payasos?

No les hizo gracia, pensé que la gente carecía de sentido del humor. Mírame a mí, con el tabique roto, o así lo sentía y bromeando, y esos dos con cara de estreñidos.

-¿Puede decirnos que le han robado y hacer una descripción de los sujetos?

- Pues sinceramente recuerdo poco más que un puñetazo en mi cara. Y como ahora mismo estoy casi desnuda, no sé si me lo han robado todo aquí o fueron los cacos. Supongo que se llevaron la cartera y el móvil. Pero mi cartera estaba vacía, no tengo tarjetas de crédito ni nada y la pasta ya me la había pulido, por eso me iba para casa. Y bueno, el móvil era de tarjeta y estaba casi sin saldo, así que básicamente la pérdida es el DNI, que tendré que renovarlo y el móvil, que tendré que comprar otro.

Entonces vi como la enfermera se descojonaba de la risa.

- No se preocupe usted por el móvil, está entre sus cosas personales. Claro, que viendo que es un modelo de la posguerra lo raro sería que se lo llevaran.

Muy bien señora, muy bien por hundirme en mi miseria, pero sepa usted que ese ladrillo tiene un gran valor sentimental para mí, que es lo que se suele decir por no reconocer que no tienes un duro para comprarte algo mejor.

En fin, que me tocó denunciar el robo del DNI y renovarlo, foto incluida, con lo que odio hacerme fotos. Eso sí, saqué algo bueno. Declaré que estaba traumatizada por el suceso y ahora voy una vez por semana a una psicóloga que está buenísima. Creo que nunca superaré este trauma.